E L   M U N D O   D E   L O S   L I B R O S   E S   D E   U N A   R I Q U E Z A   I N S U P E R A B L E   Y   S U   H I S T O R I A

    D E B E   S E R   C O N O C I D A ,  C O N T A D A   Y   E N R I Q U E C I D A   P O R   L O S   D I S E Ñ A D O R E S .


miércoles, 12 de mayo de 2010

¿Qué relación mantienen los diseñadores con los libros?

Es lugar común decir que los diseñadores no somos lectores asiduos, que nuestro acercamiento a los libros está más centrado en la visualidad que en la textualidad, que el diseño es una profesión que dirige sus esfuerzos a la creación gráfica más que a la intelectual.

Es en la etapa de formación profesional cuando los diseñadores se aproximan a los libros desde una perspectiva didáctica, y es así como entran en contacto con textos de profundo valor conceptual, pero de no ser por una inquietud personal, también se hace evidente la carencia de un contacto por iniciativa propia con el libro, no tan inducido por una necesidad formativa, como por un apetito intelectual.

Sin la intención de caer en generalizaciones en un tema tan complejo como lo es el de la lectura, los libros, sus usos y abusos, –pues evidentemente existen honrosas excepciones– el panorama general que se advierte en el interés por los libros en el gremio de diseño es bastante alarmante y desalentador.

El proyecto: amor libro

Ante la necesidad de que los diseñadores enriquezcan sus vínculos con el mundo libresco y tengan una participación más activa y profunda en el desarrollo de la cultura del libro, este proyecto buscará fomentar el necesario acercamiento e interés del gremio a través de una serie de acciones-proyecto concretos, en los que se propiciará un enriquecimiento bidireccional, es decir, en beneficio de los propios diseñadores, pero también de las diversas causas a las que buscaremos hacer una contribución tangible desde nuestra labor.

El universo de los libros es de una riqueza insuperable y no hay motivo para que no sea habitado por los diseñadores; su incursión propiciará la formación de profesionales partícipes de la cultura y críticos de su realidad; la historia del libro debe ser conocida, contada y enriquecida por nuestro gremio, pues además de ser el antecedente de nuestra labor, ésta tiene la particularidad de ser una inspiración insuperable en la realización de nuestro trabajo.

Primer proyecto: Ex libris de diseñador . Ex libris de tipógrafo


El primer proyecto no podría ser más oportuno para los propósitos de nuestra iniciativa: que diseñadores y tipógrafos se enamoren de los libros y qué mayor muestra de ese afecto que la milenaria tradición de la creación y el uso del ex libris –ésta singular forma de vincularse con los libros–.

El objetivo de este proyecto es el de contribuir a las iniciativas que existen actualmente para recuperar la tradición del ex libris y realizar una aportación desde el diseño, con sus propios recursos y particular estética. La propuesta puede ser de interés para diseñadores y tipógrafos, ya que la creación de ex libris en México es una actividad que ha sido preponderantemente abordada desde las artes plásticas y en menor medida desde el diseño.

Los ex libris guardan un importante vínculo con la historia del libro, gracias a su existencia y uso ha sido posible la reconstrucción de bibliotecas, el conocimiento del uso e impacto de determinados libros en el desarrollo del pensamiento; los ex libris son útiles para conocer la trayectoria que ha seguido un ejemplar: sus dueños, sus viajes, el valor que cada libro tiene como producto único e histórico.

amor libro ha invitado a un grupo dedestacados diseñadores y tipógrafos para crear sus propios ex libris con el fin de reunir una muestra que podrá ser exhibida y difundida, de tal suerte que resulte ser ejemplo y aliciente para que otros colegas se interesen en su creación.

Al mismo tiempo hacemos extensiva la invitación a todos aquellos interesados que quieran sumarse con sus creaciones y conformar una red de diseñadores y tipógrafos activos en la creación de ex libris tanto propios como ajenos.

Un poco de historia del Ex libris









Los ex libris –vocablo latino que significa de los libros de –son cédulas de papel que se adhieren a las guardas de los libros o en la parte interna de alguna de sus tapas y que denotan no solo propiedad, sino un gran aprecio por los libros que se poseen; éstos pueden ser manuscritos o impresos, suelen presentar una viñeta y un lema que expresa los gustos, la profesión o simplemente la afición por los libros del propietario.

Su presencia ha acompañado al libro a lo largo de su historia, desde el más antiguo del que se tiene noticia del dios Amenophis III –rey de Egipto en el año 1400 a.C, y que es una pequeña placa de barro adherida al papiro titulado Libro de sicomoro y del datilero, o ya en forma de grabado el del capellán Hans Igler con la imagen de un puercoespín y con una leyenda en letra gótica, datado cerca del año 1450. Su presencia fue constante y rica en expresiones artísticas durante los siglos XVI, –con Durero, Cranach, Holbein– XVII y XVIII, –con Goya, Gravelot, Kohl– XIX –con Klimt y Breadsley– y en el siglo XX –con Kent, Cocteau, Dalí, Escher– por mencionar algunos.

Su incorporación en las prácticas librescas en México se dio durante el periodo colonial en las bibliotecas conventuales –al lado de las marcas de fuego– y siguió presente en el México independiente, como muestra de la relación tan personal que los poseedores mantenían con sus libros.

Ya en el periodo del México moderno hubo una renovación de la tradición al incorporarse un heterogéneo grupo de artistas entre los que se incluían a pintores, caricaturistas, periodistas, literatos y dibujantes; entre los más destacados se encuentran Julio Ruelas, Saturnino Herrán, Jorge Enciso, Roberto Montenegro, Valerio Prieto, Antonio Cortés, Mateo A. Saldaña, Ernesto García Cabral, Carlos Neve, Diego Rivera y Miguel Covarrubias.

Por iniciativa de José Vasconcelos, en los años veinte hubo un importante impulso a las artes plásticas, surgiendo las Escuelas al Aire Libre en las que se formó un nuevo grupo de artistas comprometidos con la cultura, el arte y especialmente con el mundo editorial entre los que destacan Julio Prieto, Abelardo Ávila, Tamiji Kitagawa, entre otros.

El Taller de Gráfica Popular, la activa organización de artistas y grabadores contó con algunos miembros que realizaron singulares ex libris como Leopoldo Méndez, Carlos Alvarado Lang, Alberto Beltrán, Federico Cantú y Fernando Castro Pacheco.

Ya en la década de los cincuenta con el grupo opositor a los nacionalistas llamado “Ruptura”, algunos de sus integrantes realizaron algunas piezas de ex libris, como es el caso de José Luis Cuevas, Pedro Coronel y Pedro Friederberg.

Para la década de los 90, la tradición había sido prácticamente olvidada –a excepción de algunos casos aislados–, pero hubo un resurgimiento, esta vez proveniente de algunos destacados caricaturistas de la época como El Fisgón, Jotavé, Helguera, Helio Flores y algunos grabadores entre los que se cuentan a Joel Rendón, Artemio Rodríguez y Reynaldo Velázquez.

En la actualidad el principal esfuerzo que se realiza en este terreno, es el que lleva acabo Selva Hernández al frente de la Asociación Mexicana de Ex Libris, la cual integra a un grupo de artistas como Nunik Sauret, Francisco Quintanar, Artemio Rodríguez, Joél Rendón, Carolina Viñamata, Felipe Cortés, Emmanuel García, además de bibliófilos, coleccionistas y personas interesadas en fomentar el uso del ex libris y evitar la desaparición de esta tradición.


Fuentes de consulta y origen de las imágenes mostradas:

HERNÁDEZ LÓPEZ, Selva & LÓPEZ CASILLAS, Mercurio, Ex libris mexicanos: artistas del siglo XX, Editorial RM, México, 2001.

LEÓN, Nicolás, Ex-libris de bibliófilos mexicanos. Colección formada por Nicolás León y continuada e ilus. con notas biográficas por Juan B. Iguíñiz, Imp. del Museo No. de Arqueología, Historia y Etnología, México, 1913.

QUINTANA, José Miguel, Un ex-librista y los ex-libris, Sobretiro del Boletín del Inst. de Investigaciones Bibliográficas, no. 4, jul.-dic. de 1970 p. 51-53, México, 1970.

TEIXIDOR, Felipe, Ex libris y bibliotecas de México, Secretaría de Relaciones Exteriores, Monografías bibliográficas mexicanas No. 20, México, 1931.

DE LA TORRE VILLAR, Ernesto, Ex libris y marcas de fuego, UNAM, Coordinación de Humanidades, México, 1994.

ESTEVE BOTEY, Francisco, Ex libris y exlibristas, Aguilar, Madrid, 1949.