E L   M U N D O   D E   L O S   L I B R O S   E S   D E   U N A   R I Q U E Z A   I N S U P E R A B L E   Y   S U   H I S T O R I A

    D E B E   S E R   C O N O C I D A ,  C O N T A D A   Y   E N R I Q U E C I D A   P O R   L O S   D I S E Ñ A D O R E S .


lunes, 30 de agosto de 2010

Nuevo cierre de convocatoria: 15 de septiembre de 2010

Amor libro en Dixo / En el futuro no cualquier libro llegará a las prensas, tendrán que pasar el filtro de la trascendencia para ser impresos en papel




Lo que prima en la actualidad en un mundo de inversión-ganancia es la inmediatez, producir más para ganar más en el menor tiempo posible (y no importa que tal ganancia esté concentrada en una cuantas manos) hoy día importa más lo práctico que la experiencia estética. Por eso vivimos en casas sin jardines, apenas hablamos con los vecinos, enfrente de televisores, vivimos ahorrando tiempo, vivimos de prisa.
Un espejo en el que puede mirarse el libro puede ser el mundo de la música, que se ha visto afectado tanto por los cambios tecnológicos como por la evolución de los hábitos de consumo animados por la necesidad de practicidad en detrimento de la experiencia de calidad.
Paradójicamente en la era post-Napster, en los Estados Unidos están proliferando algunas tiendas independientes de discos, pequeños locales con cientos de piezas apiladas que se salvaron de una extinción de la que incluso grandes tiendas como Virgin no soportaron y una de las razones que motivaron ese resurgimiento es que el disco en formato de acetato ha vuelto, con sus carátulas grandes, su sonido rico y profundo, cualidades importantes para quien aprecia la experiencia musical y estética, la cual ni el el mp3 encodeado por el mejor software ha logrado. De la misma manera la experiencia de hojear un libro de arte con sus grandes láminas y fotografías detalladas es una experiencia que hasta el día de hoy no ha sido posible traducirla a una pantalla de LCD.
Hoy día contamos con los e-readers, aunque aún son costosos e imperfectos, tienen la ventaja de contar con ciertos beneficios que un libro tradicional de papel y la tinta no tiene, como son los videos, los hipervínculos, los contenidos complementarios, la ubicuidad, el costo y sumado a ello un añadido ecológico: vemos al e-reader como un aliado de los bosques (aunque habría que aclarar que el papel con el que se hacen los libros no está hecho de maderas tropicales extraídas del Amazonas, esos bosques son arrasados por otros intereses).
Los medios impresos que requieren inmediatez como los diarios que se necesitan actualizar muchas veces al día o las revistas cuyo contenido se ha hecho viejo en el momento mismo en que llegan a los puestos de revistas si están en grave riesgo. Es el contenido de profundidad, de análisis el que tiene posibilidades de seguir siendo impreso, contenido trascendente, que puede ser tan duradero como lo es el libro mismo. Es posible que en el futuro el hecho de que un libro sea impreso en papel se convierta en un filtro, es decir, no cualquier libro llegará a las prensas y si lo vemos de este modo quizá no sea tan negativo, por poner algunos ejemplos, los libros de Coelho serán los mas demandados en e-reader, mientras que El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, seguirá estando a la cabeza del libro más publicado en papel y tinta (después de la Biblia, claro).
Un motivo que nos lleva a la reflexión acerca del sacrificio de un formato físico por uno digital es que no por tener cientos de libros contenidos en la capacidad de almacenamiento de un dispositivo lector (que hoy día pueden ser miles de gigas) tendremos mas tiempo ni vida para leerlos; hasta ahora no se ha inventado un método real y efectivo de lectura veloz, el tiempo que un lector necesita para establecer un diálogo con un libro está dictado por nuestra naturaleza y capacidad humana. Si al final del día lo que importa es vivir la experiencia de la lectura y que ésta nos vincule más con la vida, la nuestra y la de los otros en toda su diversidad, bien podríamos disfrutar de ambas experiencias, la física y la virtual para llegar al corazón de los libros, es decir, las palabras de su autor.
El dia que el e-reader llegue a ser rey será porque está hecho para adaptarse a la velocidad de un mundo que vive de prisa.


http://http://dixo.com/2010/08/el-futuro-del-libro-¿un-amor-eterno.php

Amor libro en Dixo / Hay ideas tan poderosas que su trascendencia ha llegado hasta nuestros días incluso tras siglos de haber surgido.





Vivimos en una época en la que existe la conciencia del enorme poder que tenemos los humanos para dañar nuestro planeta y llevarlo prácticamente al colapso, pero también estamos en un momento privilegiado que nos permite voltear al pasado y admirar la prodigiosa obra de una humanidad que siempre ha encontrado los cauces para estar en movimiento y nunca detenerse. No existe un poder más grande que el de la imaginación, un poder como el de las ideas.

La humanidad ha cubierto sus necesidades básicas con lo que la naturaleza le ha otorgado, el fuego le ha servido para alumbrarse y cocinar su comida, su instinto lo ha llevado a refugiarse de los peligros de la propia naturaleza y aprovechar sus recursos para compensar sus debilidades, pero también ha tenido la necesidad de trascender, de dejar registro de cada uno de sus largos y titubeantes pasos, así primero pintó un muro, aprendió a comunicarse con sonidos e invento su propio lenguaje, inventó algo llamado escritura y supo que la palabra podía ser indestructible, pues aunque el libro como soporte físico es finito —no importa que sea de piedra, papiro, piel, arcilla o papel— y el tiempo lo devora, hay ideas tan poderosas que su trascendencia ha llegado hasta nuestros días.

Como humanidad, cuando poco sabíamos del inmenso y complejo universo que nos contiene, la incertidumbre nos hizo entender la fe como un motor poderoso y así surgieron La Biblia, El Corán, El Talmud, libros que contenían en sus páginas una certeza acorde con los tiempos inciertos y crueles que se vivían. Un libro podía ser la guía de un pueblo entero, de una civilización, incluso de toda una era.

Nuestra naturaleza humana nos ha lllevado a ser egoístas, pero también a ser progresistas; no importa quien busque detener el tiempo y el progreso, siempre habrá alguien que encuentre la forma de pensar y de guiar hacia un nuevo rumbo. Una gran idea puede dar origen a muchas grandes ideas, la imprenta de Gutemberg permitió hacer más libros en menos tiempo y a menor costo, lo que contribuyó a que el hombre abandonara el medioevo y el oscurantismo impuesto por la fe y tras una revolución intelectual se sucedieron otras revoluciones a pólvora y fuego que cambiarían la fisonomía social, cultural e incluso geográfica de Occidente.

Las principales herramientas del hombre para lograr el progreso son sus pensamientos y su capacidad de cuestionar, no sólo dudar de lo que los otros saben, sino de lo que hoy sabe y así buscar sus propias respuestas, generar conocimientos nuevos; gracias a esta evolución de las ideas en el tiempo supimos que la tierra gira alrededor del sol y que todas las especies han pasado por un periplo evolutivo de muchos millones de años. Dudando, pero también usando lo que se sabe como impulso pudimos llegar a la luna.

El libro es sólo un vehículo de las ideas, las ideas son las que cambian la historia.



http://dixo.com/2010/08/amor-al-conocimeinto-el-principio-de-todo.php

jueves, 26 de agosto de 2010

Amor libro en Dixo / Si las primeras lecturas son nuestros cimientos como lectores, ¿qué pasa si no nacimos en un ambiente propicio para leer?




Alrededor de los libros y la lectura se ha formado una concepción mítica y hasta romántica de lo que implica el acto de leer. Se mira a las primeras lecturas como los cimientos que sustentan nuestra historia y futuro como lectores, se idealizan las anécdotas alrededor de ellas y cada detalle parece adquirir relevancia: el ambiente que nos rodeaba, la manera como llego tal libro a nuestras manos, su forma, los colores de sus tapas, las memorables ilustraciones, nuestras circunstancias al momento de la lectura, en soledad o en compañia, la comodidad y posición de nuestro cuerpo, y por supuesto se hace especial hincapié en los títulos precisos que nos abrieron por primera vez las puertas a ese inmenso mundo oculto tras las tapas de los libros. Es así como conocemos la historia lectora de grandes personajes de la cultura, la literatura, el arte, etc., —un ejemplo emblemático es el de Borges, cuya trayectoria como lector es tan conocida y admirada como su propia obra—; a la distancia del tiempo, cuando volvemos la vista atrás hacia esas vidas nos percatamos de cómo la fortuna, el destino o simplemente la suerte de un contacto temprano y oportuno con los libros pudo contribuir en la formación de sus destacadas personalidades.

Evidentemente es deseable que los libros estén presentes desde el inicio de nuestras vidas y nos acompañen en todas sus etapas. Cuando son parte de nuestra cotidianidad desde la infancia, su disfrute y permanencia se da naturalmente, pero qué sucede cuando esto no ocurre así, qué pasa si no tuvimos la fortuna de nacer en un ambiente propicio para la lectura, cuando nuestra infancia ya pasó y ningún abuelo nos sentó cariñosamente sobre sus rodillas para leernos cuentos y fábulas de hadas, duendes y gigantes o las grandes aventuras de héroes y piratas, si nuestros padres no nos arropaban cada noche y con la lectura de un libro nos llevaban hasta el sueño, o si en nuestro seno familiar no existe el hábito y nuestras primeras lecturas no nos enorgullecen.

Los programas de promoción de lectura no suelen estar dirigidos a personas con este perfil aunque seguramente es el más numeroso entre la población mexicana; hoy día existen muchos esfuerzos en marcha para que las nuevas generaciones —los niños particularmente— desarrollen el gusto por los libros, y algunos con muy buenos resultados, pero bien valdría la pena invitar a todo aquel que quiera disfrutar de los libros sin importar su edad o historia lectora a comenzar sin miedo, sin prejuicios e incluso sin expectativas preconcebidas, pues los libros no discriminan al que se acerca a ellos y para ellos nunca es tarde o temprano, simplemente están ahí para cuando decidamos abrirles un espacio y darles una oportunidad.


http://dixo.com/2010/08/ex-libris-una-demostracion-de-nuestro-amor.php

martes, 24 de agosto de 2010

Amor libro en Dixo / libros que apreciemos y queramos cuidar... dejándoles como obsequio una pequeña y bella huella de nuestro afecto



Los ex libris son unas pequeñas cédulas de papel (similares a una calcomanía) con alguna imagen o diseño personalizados que se pegan en la parte interna de alguna de las tapas de los libros y que sirven para identificarlos como nuestros, además de mostrar el gran aprecio que sentimos por ellos cuando nos pertenecen, éstos suelen representar los gustos, la profesión o la afición por los libros del propietario, o portar sus siglas, algún monograma con sus iniciales, su nombre o alguna frase con la que se identifique.

Estas pequeñas creaciones han acompañado a los libros a lo largo de toda su historia y su creación ha despertado el interés de artistas de todas las épocas (como Durero, Goya, Dalí, etc.). En México su uso se inicio en la época colonial y siguió presente durante la época independentista y moderna, artistas de la talla de Julio Ruelas, Diego Rivera, Leopoldo Méndez, José Luis Cuevas, entre muchos otros han creado ex libris, sin embargo en la actualidad la tradición de su uso y creación está prácticamente en desuso. Pocos artistas o diseñadores se dedican a crearlos y únicamente coleccionistas o personas muy conocedoras e interesadas en el mundo de los libros los siguen colocando entre los ejemplares de sus valiosas bibliotecas.

Habría que decir que NO hace falta tener una gran biblioteca, ni siquiera poseer libros carísimos o ediciones raras y limitadas para que nuestros libros tengan un gran valor para nosotros, lo único que se necesita es tener libros que apreciemos y queramos cuidar y honrar, dándoles el reconocimiento de la importancia que tuvo su presencia en nuestras vidas y dejándoles como obsequio una pequeña y bella huella de nuestro afecto.


* Imagen: Ex libris creado por Diego Rivera (Tomada de Ex libris mexicanos, artistas del siglo xx)

http://dixo.com/2010/08/ex-libris-una-demostracion-de-nuestro-amor.php

lunes, 23 de agosto de 2010

Amor libro en Dixo / Leer puede ser una parte cotidiana de la vida y una alternativa más para su disfrute




Si el amor es un sentimiento intenso que nos mueve a unirnos con otro ser, y a sentir placer y alegría en su encuentro, ¿qué pasa cuando éste lo sentimos nada más y nada menos que por los libros?

Decir que se ama a los libros en un país como el nuestro, con los bajos índices de lectura y el poco aprecio general que se tiene por ellos puede sonar falso, ajeno e incluso imposible… y es que leer es una actividad de baja popularidad, pues se le suele ver muy devaluada (como cuando se cree que es una pérdida de tiempo, que sólo los nerds leen o que es de lo más aburrido); o por el contrario, se la mira muy elevada (al pensar que leer es difícil, que es sólo para intelectuales y se necesita demasiado esfuerzo para hacerlo).

Si todos supieran que leer puede ser una parte cotidiana de la vida y una alternativa más para su disfrute —como lo es la música, el cine, los videojuegos, las nuevas tecnologías, etc.‑–, y que no solamente es una actividad para todos, sino que además no existe una forma única o correcta de realizarla, pues las alternativas son infinitas y cada uno puede ir formando su propia relación e historia con los libros, con sus gustos e intereses particulares.

Habría que saber que los libros son una gran compañia, pueden acompañarnos en nuestros trayectos, en el metro, en el camión, a la espera de una fila en el banco y como en todo lo que se disfruta, el tiempo a su lado pasa rápido; cuando los compartimos con otros, se crean vínculos especiales con esas personas, se construye algo en común que trasciende.

Incorporarlos en nuestras vidas es verlos distinto, ya no son solo un conjunto de hojas impresas con tinta, es posible sentir afecto y valorar el encuentro con ellos; adoptarlos sin importar si son nuevos o viejos; cuidarlos y sentir orgullo por poseerlos, incluso sentir gratitud hacia ellos.

Virginia Woolf decía que “El único consejo que una persona puede darle a otra sobre la lectura es que no acepte consejos”, seguramente son las palabras más sensatas que se pueden decir al respecto, sin embargo me atreveré, no a dar un consejo, sino a hacer una invitación: busca sin descanso los libros que provoquen tu amor…


http://dixo.com/2010/08/yo-amo-libros.php

Semana de amor libro en Dixo


Del 23 al 30 de agosto: amor libro en Dixo


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